lunes, 6 de junio de 2011

EXÁMENES

Lo tenía todo bien planeado.
Era entrar, hacerlo y salir, bastante sencillo, pero en realidad los planes mas brillante los son, es la mente humana la que se encarga de hacerlo todo complicado.
Buscamos lo difícil donde tan solo hay simpleza, buscamos destrucción y alterarlo todo donde tan solo hay belleza. Las cosas estarían mejor si la raza humana no existiera.
Pero sin embargo hay algunos que somos superiores, y no nos dejamos llevar por la forma de actuar del resto.
A mi, muy probablemente, me ayudaron a comprenderlo los golpes de mi padre cuando estaba borracho o el hecho de ver cómo mi madre se rajaba las venas delante de mi y me decía que no iba a ser nada en la vida y que era su mayor error.
El mundo está lleno de ira y rabia, menos mal que mis padres me quisieron y me ayudaron a comprender que tan sólo hay una forma de acabar con la injusticia.
Me transmitieron el mensaje mas bello que se le puede transmitir a alguien, me enseñaron a ser un salvador, a purgar el mundo para que solo hubiera personas buenas como ellos.

Si no hubiera sido por ellos quizás mi plan no habría sido tan brillante, quizás no hubiera habido plan.

Salí de mi casa después de coger lo necesario y me dirigí al lugar pactado.

Era de noche y en la azotea no había mucha luz, aquel hombre se estaba fumando un cigarro.
Me acerqué a él y le saludé, él no sabía con quién había quedado, no sabía que había quedado conmigo. El pobre hombre tan solo quería recuperar a su familia, tan repugnante como él.
Llevaba unos días observándole en el trabajo, y casa vez que le escuchaba hablar me daban ganas de enseñarle a ser una persona educada y formal. El muy tonto se pensaba que éramos amigos.

Ya no podía hacer nada por su familia, y por él mismo tampoco. Supongo que su pequeña y estúpida mente empezó a darse cuenta cuando me vio sacar el cuchillo y la foto de sus familiares muertos.
Intentó gritar, pero ya tenía la boca tapada.
Fue entonces cuando le clavé el cuchillo, no podría describir completamente esa increíble sensación de cuando le asestas una puñalada a alguien y sientes cómo su vida se escapa entre tus dedos, cómo juegas a burlar a Dios y a sus estúpidos planes.
Es tan gratificante ver cómo le haces un servicio a la humanidad, es tan... bello...




...Y en parte quizás esas sean las razones por las que le apuñalé 20 veces mas.


Quizás Freud tendría algo que decir al respecto.


--I.--

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